Esta ruta debe su nombre al zumaque, un arbusto que se caracteriza por el vivo tono rojizo que adquiere en otoño, época en la que esta zona adquiere un encanto especial, aunque es interesante en cualquier otra época del año.
Posee grandes hojas compuestas aterciopeladas, de ramillas gruesas y terminadas en racimos. Esta especie, en otros tiempos, fue bastante utilizada en el curtido para pieles.
En Alcalá la Real podemos verlos siguiendo esta ruta de senderismo, fácil y muy bonita, en la que también podemos ver otras especies vegetales mediterráneas como retamas, cornicabras o encinas. Es característica la vegetación de las paredes del tajo, en las que destacan los “nidos de avispa” producidos por la erosión del viento. Es usual encontrar numerosas especies de aves como grajillas, grajas y cernícalos, así como mamíferos y reptiles.
En el trayecto destacan las vistas panorámicas de Alcalá, Sierra Nevada y la comarca. Con 9,4 kilómetros, el tiempo medio de culminación es de tres horas y diez minutos. El paraje de los zumaques se encuentra junto a los Tajos de Charilla, a escasa distancia del casco urbano de Alcalá la Real.